El documento Enfermedad por virus Ébola. Recomendaciones para la Atención Primaria (PDF 20 páginas, 276 KB) tiene especial interés porque adapta los protocolos generales a la realidad de la Atención Primaria, con una aportación muy interesante y práctica (y bastante original si comparamos con otros documentos): unas fichas de verificación en las que, con minuciosidad, se señalan de forma ordenada los pasos a dar en diversos procedimientos. Las fichas se han elaborado para:
Consulta ante un posible caso.
Sala de aislamiento.
Postraslado.
Colocación y retirada del equipo de protección individual.
Se trata, probablemente, del documento más cercano a la idea de “lo que hay que hacer en un centro de salud”. Propone, además, una organización del equipo, designando a personas con distintas funciones.
Cinco sociedades científicas de atención pediátrica han elaborado un documento de consenso encargado por la Asociación Española de Pediatría (AEP). Las recomendaciones hechas en el contexto de Atención Primaria y Pediatría Extrahospitalaria están en las páginas 30 a la 36.
El objetivo de este documento es informar sobre la enfermedad por virus Ébola (EVE) en la población pediátrica y sobre las medidas de protección que los pediatras deben de llevar a cabo durante el manejo de niños enfermos, infectados o con riesgo de infección en periodo de investigación.
Este documento no pretende sustituir los publicados por las autoridades de los diferentes sistemas de salud, por lo que se recomienda a los profesionales la consulta de los mismos.
En la infografía se detalla qué es el virus y lo que se conoce de su origen, cómo se transmite, lo que evita confusiones y medidas innecesarias, y en qué condiciones se puede llegar a producir el contagio. Se aclara, por ejemplo, que solo se contagia cuando ya hay síntomas y que éstos pueden aparecer entre dos y 21 días después del contagio. Es frecuente que los primeros signos se inicien a partir del cuarto día y con mayor frecuencia, 8-10 días después de haber estado en contacto con el virus.
Se han matizado y ampliado varios apartados del documento, llevándolo de 25 páginas (12 de septiembre de 2014) a 42. En cuanto a la información relacionada con el primer nivel de atención, destacaríamos:
El epígrafe de Información virológica y clínica completa la información sobre los mecanismos de transmisión, matizando la importancia de cada uno, según la información existente (aunque las referencias bibliográficas incluyen solamente a los organismos oficiales internacionales).
El apartado de Situación epidemiológica pasa al final del documento.
Algunos cambios en los criterios clínicos (temperatura pasa de 38,3 a 38,6ºC (criterios de la ECDC y CDC), pero teniendo en cuenta uso de antitérmicos y factores individuales) y más información de los criterios epidemiológicos en el apartado Procedimiento para el manejo de sospechas de EVE.
Se explican de manera más detallada las actuaciones iniciales ante una demanda de atención sanitaria por fiebre elevada.
En cuanto al Equipo de Protección Personal (EPP), en la asistencia inicial, precisa la indicación añadiendo “a menos de 1 metro de distancia” al enunciado anterior: “Si fuera necesario un contacto directo con el paciente (a menos de 1 metro de distancia), antes de su traslado, se utilizará un Equipo de Protección Personal (EPP) apropiado.”. Esa precisión coincide con el límite que señala el CDC (3 pies) y ECDC para cambiar de escalón de riesgo, y se basa en el mecanismo de transmisión por gotas, que es el aceptado para el virus Ébola (no se ha demostrado transmisión vía aérea entre humanos).
Se actualizan los criterios de contacto de bajo riesgo (y se elimina la categoría contacto sin riesgo) en el epígrafe y el manejo de los contactos, indicando la cuarentena hospitalariao en domicilio en contactos de alto riesgo (antes vigilancia activa supervisada) y modificando la temperatura con la que se considerará caso en investigación, de 38,3 a 37,7ºC (aplicable también a contactos de bajo riesgo, en los que la vigilancia deja de ser pasiva a ser activa supervisada).
Se añade apartado de Recursos bibliográficos.
Se incorporan Anexos relacionados con los procedimientos de protección de las personas (incluyendo el EPP e higiene de manos), procedimiento de manejo seguro de cadáveres, y situación epidemiológica internacional.
Paciente que llama al centro de salud solicitando consejo médico o una cita.
Paciente que se presenta en el centro de salud solicitando consulta
Paciente que solicita atención domiciliaria por encontrarse demasiado mal para acudir a la consulta.
Una de las recomendaciones prácticas:
Si se sospecha Ébola en un paciente una vez que ha sido visto por el médico, debe permanecer en su consulta. […]. La valoración del paciente debe hacerse sin más contacto físico si es posible.